sábado, 6 de noviembre de 2010

LA GUERRA DE DIVISAS Y LA CAIDA DEL IMPERIO AMERICANO

"ECONOMISTAS ATERRADOS"

www.angelgimeno.com


6 de noviembre de 2010

LA GUERRA DE DIVISAS y LA CAIDA DEL IMPERIO AMERICANO


Europa y EEUU

Ha llegado el momento de dejar de fingir que Europa y EEUU comparten una misma visión del mundo.

Es igual que gobiernen demócratas que republicanos, la élite dirigente americana tiene una visión poco realista de la realidad y de las relaciones de fuerzas actuales , a las que se une una ideología ultraliberal, que viene a ser una fe religiosa norteamericana que le impide cuestionar su posición en el mundo.

Y dicho esto, vaya por delante mi admiración por las Universidades norteamericanas, su posición de primer orden en los nuevos campos de investigación y la facilidad que tienen para admitir los errores y obrar en consecuencia.

Pero no nos equivoquemos nosotros tampoco. Detrás de ese protagonismo y febrilidad americana, hay una dimensión de pánico irracional que les hace huir a la irrealidad consecuencia de la crisis moral, psicológica y social que les supone la dura revelación de que tras Arthur Andersen, Lehman Brothers, las guerras no ganadas de Iraq y Afghanistan, su economía aún siendo la más importante del mundo, es en buena parte ficticia.

Europa, aunque lentamente, y con muchos altos en el camino, ha creado un mercado único comercial con veintisiete países que permite que afirmemos que estamos en la vía de crear una potencia mundial, que ha conseguido preservar hasta hoy una base industrial mucho mejor que la de EEUU.

El default de hecho de España de mayo de 2010.

Es cierto que Europa y más España se despertaron el pasado mes de mayo con un problema monetario, que estuvo a punto de meter a España en default y a Europa contemplando la posibilidad real de ver como saltaba por los aires el Sistema Financiero Europeo montado en torno al euro.

España desde entonces ha sido apoyada por el Banco Central Europeo, para retrasar lo máximo posible la suspensión de pagos de España.

España ha dejado de funcionar como país independiente, por la ineptitud total de su Gobierno incapaz de hacer frente a las imposiciones del Banco Central Europeo, La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, representando los intereses de EEUU.

Aquel funesto día de mayo, Zapatero quedó desnudo ante los españoles y el mundo. Todos vieron que al frente del Estado Español había un dirigente incompetente, mentiroso y frívolo que no tenía la categoría suficiente para representar a la octava potencia del mundo.

Desde entonces Zapatero y nuestra política exterior no pintan nada en el mundo.

Los últimos seis años han sido un calvario para los españoles, que ven como su Gobierno ni completa las reformas necesarias, ni controla la situación económica de su país.

Su único trabajo parece consistir en comprar los votos que precisa para aguantar en el Gobierno, y mirar con pánico si podremos atender o no cada mes la carga de la Deuda.

Y mientras España se hunde lentamente, mostrando todos los síntomas que aparecen al entrar en un periodo de decadencia, que será mas largo cuantos más días Zapatero permanezca en la Presidencia del Gobierno.


El modelo de crecimiento asiático

Tras la política depredadora practicada por los países de Asia e Iberoamérica con la finalidad de mantener un modelo de crecimiento basado en el crecimiento de las exportaciones, era inevitable que la devaluación continuada del dólar a lo largo de septiembre y octubre de este año, provocara reacciones a nivel mundial.

El anuncio por parte del Congreso de los EEUU de que considera necesario incrementar sus aranceles a los países que mantienen el valor de sus monedas por debajo de su valor real, puede ser el factor que acelere el giro hacia un nuevo régimen de crecimiento a nivel mundial, en el que el desarrollo de los mercados interiores sea un objetivo de importancia para los nuevos actores de la escena internacional, China, India, Brasil y Rusia

Se vislumbra a medio plazo, el retorno a auténticas políticas industriales internas que se complementarán con intentos serios por controlar espacios financieros propios e independientes.

Veremos de nuevo en las reuniones del G-20 como se vuelve a hablar de los excesos de las titulaciones, de los excesos en la proliferación de nuevos instrumentos financieros y la necesidad de controlar los movimientos de capitales a corto plazo.

La caída del dólar

Como hemos dicho otras veces la crisis del dólar es estructural y la desintegración del orden monetario internacional actual sólo es cuestión de tiempo.

Los Fondos de Inversión privados y públicos han empezado a abandonar el dólar y el riesgo para la zona euro es enorme a corto plazo.

Si salen del dólar de forma brusca, provocarán una subida del tipo de cambio del euro respecto al dólar tan fuerte que puede provocar algo tan simple como el hundimiento e incluso la muerte de una buena parte de la industria europea.

Por eso no resulta extraño que por fin Alemania haya levantado la voz a través de su Ministro de economía, el liberal Rainer Brüderle, para advertir del riesgo de una guerra comercial a escala mundial.

Según él, cualquier país que entre en esta guerra terminará siendo castigado por los mercados y la actuación paralela de los Bancos Centrales de estos países lo único que conseguirá es inundar los mercados financieros de una liquidez excesiva y la creación de nuevas burbujas.

Todo acabará en un encarecimiento de precios de todo tipo de productos para los consumidores y el freno de las exportaciones para todos.

En este contexto pretender como proponen algunos una especie de Banco Central a nivel mundial para salvar el dólar se antoja algo absurdo, cuando la devaluación de este se ha convertido en un problema muy serio para la Unión Europea, Iberoamérica y los países exportadores de materias primas incluido el petróleo.

Algo menos les afectará a India ,China y Rusia, a pesar de ser los contrincantes elegidos por EEUU en esta etapa de su historia reciente.

La incapacidad del F.M.I para hacer frente a las crisis

El Fondo Monetario Internacional, que ayudó en las crisis griega, española, portuguesa e irlandesa a evitar un cataclismo mundial, corre el peligro de entrar en insolvencia, al prestar sus recursos a países que antes o después entrarán en default.

Lo mismo le ocurre al Banco Central Europeo, que es el Banco Central que peor cumple las exigencias de Basilea III a nivel mundial. Sesenta y seis mil millones de Capital frente a dos billones de euros de Pasivo, es un grave motivo para preocuparse como avisa el próximo máximo responsable del Banco Central Europeo, el alemán Axel Weber.

Como dicen antiguos responsables del FMI, este puede analizar las distintas situaciones críticas que vayan produciéndose en el mundo, pero no tiene ninguna capacidad para resolverlas, como ya se vio en las crisis de 1997-1999 y la actual.

Lo que el FMI debería hacer es coordinar en la medida de lo posible la reestructuración de la deuda de países como Grecia, Irlanda, Portugal y España, e incluso convencer a los acreedores de que lo mejor para todos sería realizar una quita suficiente de la misma que permitiera atender amortizaciones e intereses del resto de su deuda .

Si el FMI no puede convencer a los acreedores, debería proponer a la Unión Europea la salida de estos países de la zona euro temporalmente, hasta que resolvieran sus equilibrios internos y externos, sin dejar de ser miembros de la Unión Europea.

La multipolaridad monetaria posible

Que el orden monetario mundial tras la crisis del dólar debe cambiar radicalmente parece obvio.

Una multipolaridad monetaria irá apareciendo más o menos rápidamente, al igual que habrá una multipolaridad geoestratégica, haga lo que haga EEUU por impedirlo.

En principio podemos vislumbrar como posibles, una zona monetaria europea con Rusia, que podríamos denominar Eurasia, otra en la zona dólar, otra en Iberoamérica, otra en Oriente Medio y otra asiática, sin descartar otras.

La multipolaridad monetaria exigiría la creación de Fondos Monetarios en cada una de estas zonas yuxtapuestos a Bancos Regionales, que harían el papel del Banco Mundial actual.

Multipolaridad monetaria y regímenes de crecimiento económico centrado en el desarrollo de sus mercados interiores todos ellos con grandes poblaciones podrían funcionar perfectamente.

El cambio de modelo de crecimiento

Será necesario un cierto tiempo para cambiar el régimen de crecimiento de las economías emergentes, pero EEUU con su comportamiento respecto a conseguir un dólar fuertemente devaluado, a base de crear dinero, va a provocar que el proceso de formación de las nuevas zonas monetarias geoestratégicas se acelere.

Tanto el FMI como la Organización Mundial del Comercio, han sido incapaces de resolver los problemas que generó la globalización del comercio y la desregulación financiera con las que EEUU quería mantener su hegemonía de única potencia mundial.

El inventó se demostró imposible de controlar y hoy estamos pagando las consecuencias con una crisis que puede durar como mínimo una década.

El comercio internacional disminuirá fuertemente, salvo el de materias primas

En un contexto así, el comercio internacional, con la excepción del de materias primas irá disminuyendo rápidamente y los movimientos de capital a corto plazo habrá que regularlos estrictamente pues sus efectos son incontrolables.

Las instituciones actuales de regulación mundial han quedado obsoletas, con la ùnica excepción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que podría convertirse en una institución de última instancia para la legitimación de las controversias entre las distintas zonas económicas independientes.

Si EEUU intenta querer perpetuar una hegemonía para la que no dispone de medios para lograrlo, lo único que conseguirá es retrasar el desmantelamiento de instituciones que ya no dan solución a los problemas que el multilateralismo exige.

Seguir intentando mantener la instituciones de los 90, a lo único que nos llevarà es a que la crisis económica y política en la que estamos sea más larga, dolorosa y peligrosa, para todos y especialmente para los EEUU.


¿Habrá reacción europea?

Si Europa no reacciona urgentemente, los problemas del euro y del Sistema Financiero europeo se ampliarán ante la entrada masiva de Fondos Privados y públicos internacionales huyendo del dólar.

La absorción de estos Fondos será muy difícil, elevará el valor del euro e imposibilitará el crecimiento económico europeo y la generación de empleo, al entrar en una etapa deflacionaria en todo el continente.

Esperemos que la parálisis europea a la hora de tomar decisiones y plantear las soluciones que requieren los problemas actuales de la economía mundial, no se prolongue en el tiempo mucho más allá de la próxima reunión del G-20 en Noviembre.

Si no hacemos nada profundizaremos en la crisis actual y de la misma no se salvarán ni las economías que como Alemania habían conseguido un cierto respiro.

La España de hoy, sin un Gobierno digno de tal nombre, continuará enfrascada en sus problemas provincianos, sin darse cuenta de que aunque resolviéramos los problemas que preocupan a sus políticos y élites, estos nada tienen que ver con lo que pasa en el mundo actual y que sin embargo nos afecta de forma grave para nuestros intereses.

Que Dios nos coja confesados ante el tsunami económico planetario provocado por la actuación inconsciente de EEUU desde 1989, para preservar su hegemonía mundial y que nos ha llevado a la gran crisis de 2007.

Si Alemania y Francia no están a la altura de sus responsabilidades europeas en la resolución de los problemas actuales, esta crisis y sus graves consecuencias sociales vivirán con nosotros más tiempo del que hubiéramos deseado.

Más nos vale que entiendan la gravedad del problema en el que estamos a punto de entrar, porque de no ser así empezaremos a revivir la Gran crisis de los años 30, aunque con mayor virulencia.


EL MODELO PRODUCTIVO EUROPEO



El Gobierno español está paralizado


España vive una situación tan delicada provocada por errores propios y ajenos, que pensar en su salida de la crisis sin hacerlo a la vez que el resto de los países europeos parece imposible, vista la incapacidad de nuestros gobernantes para plantear una política adecuada a la importancia de la crisis que estamos sufriendo.

La Deuda total española, algo más del 360% del PIB español, apabulla a nuestro débil Gobierno, que dedica la mayor parte de su actividad a atender los servicios de su Deuda soberana, que hoy día si contamos con lo que hay que contar dada la configuración de nuestro Estado de las Autonomías, es decir la deuda de Comunidades, Ayuntamientos y Empresas Públicas, asciende al 75% de nuestro PIB y creciendo.

El Gobierno está paralizado, pues en el fondo sabe que no puede hacer la política que desearía, ya que sería llamado al orden por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Un Gobierno asustado por la situación en que se encuentra no tiene capacidad para hacer de interlocutor con capacidad de negociación frente al resto de los Jefes de Gobierno europeos, especialmente los de Alemania y Francia.

Por otro lado, Europa solo será y estará en condiciones de sacarnos de la crisis, si se anteponen los intereses de una Europa supranacional sobre los intereses de los Estados Nación que la componen.

En los últimos años hemos podido comprobar que cuando los intereses de Francia y Alemania coinciden, Europa tiende a avanzar en lo que denominamos la construcción europea. Pero la prudencia de Angela Merkel y la hiperactividad de Nicolás Sarkozy no han cuajado, no han aportado gran cosa a la vieja Europa.


Victoria pírrica Alemana


Que Alemania crezca más del doble que Francia y los países más importantes del continente, da la impresión que terminará siendo una victoria pírrica para Alemania, ya que conducirá a un enfrentamiento político y económico que no augura nada bueno, para los que queremos más Europa.

A pesar del modesto tamaño de los Planes de recuperación a nivel europeo, ni la mitad que los estadounidenses tuvieron la capacidad de generar una crisis de Déficit y Deuda generalizada en toda Europa, que hasta entonces había mantenido unos niveles de déficit razonables en todo el continente.

Las medidas tomadas para salvar el sistema financiero europeo, y el euro, han traído unas consecuencias graves para las economías nacionales y la estabilidad del sistema, tal como es entendido por los mercados financieros internacionales.

Los planes de reducción del déficit impuestos por Alemania a todos los países miembros, con el apoyo de los responsables máximos de la UE y el Consejo Europeo, van a provocar grandes problemas a la mayoría de los países europeos, especialmente a aquellos como España, en los que el desempleo es altísimo y frena cualquier posibilidad de crecimiento.

Y si el desempleo continúa en los niveles actuales o incluso aumenta, no son desdeñables los problemas sociales que pueden surgir en una buena parte de los países de Europa con altos niveles de Deuda.


Planes de Inversión a nivel europeo


Seguimos pensando que Europa necesita acometer Planes de Inversión a nivel de continente que permitan recuperar los puestos que se han perdido en la Gran Crisis que comenzó en 2007 y de la que a día de hoy no hemos podido empezar a salir todavía.

Se han alegado de forma absurda diferencias económicas estructurales entre los países de la Unión Europea para su puesta en marcha y han conseguido de forma rotunda que se paralizaran completamente planes de inversión y recuperación que eran imprescindibles.

Poco se ha hecho en política energética, de transportes, de investigación y desarrollo y de educación, a nivel europeo. Y ello tendrá graves consecuencias para Europa los próximos diez años si no reaccionamos pronto.


La transformación del modelo de producción


Es imprescindible acometer sin demora la transformación total del modelo de producción, nuestra forma de valorar el crecimiento y las relaciones entre economía y sociedad.

El obsoleto modelo industrial que ha dejado al descubierto la crisis hay que reconvertirlo, al igual que nuestra manera de consumir y vivir.

Sectores como la industria del automóvil y la construcción, tan importantes para España los últimos veinte años, solo tendrán sentido y un peso importante en nuestra PIB industrial si somos capaces de aplicar intensivamente toda la innovación tecnológica que se ha desarrollado en los últimos años, tanto para el automóvil como para la vivienda.

La formación y la reconversión educativa de muchos de los desempleados actuales, e incluso de los jóvenes que acaban de terminar sus estudios universitarios o los de formación profesional, requieren inversiones ingentes al igual que la investigación básica y aplicada que requieren del apoyo europeo.

Nos guste o no, guste a Alemania o no le guste, las soluciones vendrán a escala europea o no vendrán nunca. Es la única forma de hacer converger las economías más débiles del continente con las más fuertes.

Esta convergencia solo puede abordarse a nivel europeo, llevando a cabo una especie de New Deal roosseveltiano adaptado a la época y a la crisis sistémica que sufre Europa en la actualidad.

Los nuevos productos que fabriquemos deben respetar la supervivencia del planeta y a la vez consumir la menor energía posible.

Resumiendo la idea, el nuevo modelo de producción, las nuevas formas de trabajo y consumo, deben ser respetuosas al máximo con la naturaleza.

La recuperación, el reciclaje y la reutilización de productos deben jugar un papel importante en el futuro próximo.

Las posibilidades de encontrar nuevos nichos de trabajo en este esfuerzo por cambiar de modelo, pueden aportar grandes soluciones al gran problema del paro provocado por una economía europea que no crece suficientemente y que difícilmente podrá competir con los países asiáticos si no se producen cambios radicales.

Habrá que fabricar nuevos motores y equipamientos. La construcción dispondrá de nuevos materiales ecológicos, nuevos tipos de aislamientos y de calefacción que ahorren energía. El urbanismo deberá ser cuidadoso con las necesidades colectivas.

La sanidad, los transportes, la planificación territorial y el ahorro energético, crearán inmensas posibilidades para que se puedan crear nuevos puestos de trabajo.


La financiación del nuevo modelo productivo europeo


Al igual que se creó un Fondo para prevenir la entrada en default de los países del sur de Europa, países del Este y de Irlanda e Islandia, será necesaria la creación de un nuevo Organismo supranacional encargado de la transformación de los modelos productivos actuales de todos los países de Europa, que traerá como consecuencia la convergencia de las economías del continente europeo.

Lo razonable sería que este Fondo se completara con porcentajes de un 25% a un 35 % de fondos aportados por los países miembros para cada uno de los proyectos a poner en marcha.

Puesto que ya hay una gran experiencia europea en la financiación de proyectos de infraestructuras básicas, de proyectos capaces de generar empleos en zonas deprimidas, así como de proyectos de I+D con la participación de varios países miembros, este Organismo supranacional, debería vigilar y asegurar que las Inversiones desplegadas por todo el continente serían capaces de generar empleo, renta y patrimonio a largo plazo, haciendo imposible que fuera malgastado en proyectos inútiles.


Transparencia y contrapoder


Sería un objetivo más, pero muy importante, que se viera el impacto real sobre las estructuras económicas, urbanas, industriales, agrícolas y de servicios por la puesta en marcha de este cambio de modelo productivo.

Se requeriría una gran transparencia por parte de este Organismo Supranacional para que la sociedad civil se implicara en estos cambios tan trascendentes.

La Historia reciente muestra que los Estados y las empresas no son imparciales a la hora de adjudicar proyectos y fondos, y por ello sería necesario implicar a Asociaciones y ONG`s de experiencia reconocida por todos en los proyectos objeto de discusión y puesta en marcha.

En la medida que el Estado se muestra incapaz de intermediar entre los intereses privados y los intereses de las respectivas comunidades, habría que reconocerles a estas Asociaciones y ONG`s un papel político, puesto que ejercerían de contrapoder defensor de los intereses generales frente a los intereses particulares.

Sería una experiencia inédita en Europa que tendría una rentabilidad política y social para la Unión Europea.

Sólo así, y con proyectos similares en materia de convergencia europea, se volvería a avanzar en la dirección que deseaban los padres fundadores del proyecto europeo.


Angel Gimeno Marín
Profesor, Economista ,Ingeniero Industrial,
Máster y Pade en Economía y Alta Dirección por IESE .
Ex Consejero de Economía y Hacienda Diputación General de Aragón

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